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¿Por qué quitarle la proteína animal a la dieta mediterránea?

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Dr. Miguel López - Autor

Dr. Miguel López

Imagen principal del artículo: ¿Por qué quitarle la proteína animal a la dieta mediterránea?

La dieta mediterránea es ampliamente conocida como una de las mejores para la salud cardiovascular. Nos imaginamos un plato lleno de vegetales, legumbres, frutas frescas, aceite de oliva y, en menor medida, pescado y carnes blancas. Sin embargo, una nueva línea de investigación está explorando qué sucedería si eliminamos por completo la proteína animal de este patrón dietético y la sustituimos por proteínas vegetales, como las legumbres. Esta es la premisa del estudio OMNIVEG (1), que busca responder a la pregunta: ¿podría una versión vegana de la dieta mediterránea ofrecer beneficios adicionales para la salud del corazón?

¿Eliminar la proteína animal por salud o por elección?

La idea de eliminar la proteína animal puede sonar radical para muchos, pero la evidencia científica actual apunta a que reducir su consumo, especialmente de carnes rojas y procesadas, podría ser clave para mejorar la salud. En cambio, aumentar el consumo de proteínas vegetales, como las legumbres, los frutos secos y los cereales integrales, se asocia con un menor riesgo de enfermedades cardiovasculares y otras enfermedades crónicas (2). Por lo tanto, cambiar algunas de nuestras elecciones alimenticias podría marcar una gran diferencia en nuestra salud a largo plazo.

Dicho esto, optar por una dieta sin proteína animal es una decisión personal. Sin embargo, desde un punto de vista de salud pública, es fundamental que los profesionales sanitarios ofrezcan recomendaciones basadas en la evidencia. Si la ciencia demuestra que una dieta sin carne es beneficiosa, entonces esta opción debería ser promovida como una estrategia válida para mejorar la salud.

¿Cómo se diseñó el estudio OMNIVEG?

El estudio OMNIVEG incluyó a 14 hombres jóvenes, sanos y físicamente activos. Se eligieron hombres para evitar las fluctuaciones hormonales del ciclo menstrual, que podrían afectar los resultados del rendimiento físico evaluado durante el estudio. Todos los participantes hacían ejercicio moderado a vigoroso al menos 3-5 días por semana, siguiendo las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

El estudio utilizó un diseño cruzado: todos los participantes siguieron tanto una dieta mediterránea tradicional como una versión vegana, cada una durante 4 semanas. Este enfoque permite comparar los efectos de ambas dietas en los mismos individuos, reduciendo así la variabilidad y aumentando la precisión de los resultados.

¿Qué cambia al eliminar la proteína animal?

En la versión vegana de la dieta mediterránea, las proteínas animales fueron sustituidas principalmente por legumbres, aumentando su consumo diario. Puede que esto parezca excesivo, pero si pensamos en la dieta occidental típica, muchas personas consumen carne o productos animales (como embutidos, jamón, etc.) a diario, sin considerarlo excesivo. De hecho, las recomendaciones actuales de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) sugieren comer entre 4 y 7 raciones de legumbres por semana.

Este cambio hacia más proteínas vegetales aporta algo más que proteínas: también añade fibra, vitaminas y compuestos bioactivos como los polifenoles, conocidos por sus propiedades antioxidantes (3). Estos nutrientes ayudan a reducir el colesterol y combaten la inflamación, dos factores clave para prevenir enfermedades del corazón.

Resultados clínicamente relevantes en tan solo 4 semanas

Tras seguir la dieta mediterránea vegana durante solo 4 semanas, se observaron mejoras significativas en varios indicadores de salud cardiovascular. Los participantes redujeron sus niveles de colesterol total, colesterol LDL, y presión arterial. Además, se observó una disminución en el ratio linfocitos-neutrófilos, un marcador utilizado para evaluar la inflamación crónica de bajo grado.

Lo más interesante es que estos beneficios se observaron en personas jóvenes, sanas y físicamente activas, que en principio no parecían tener mucho margen de mejora. Esto nos demuestra que incluso en individuos que ya llevan un estilo de vida saludable, hay oportunidades para seguir optimizando la salud cardiovascular a través de la dieta. Además, mantener bajos los niveles de colesterol LDL desde edades tempranas es crucial, ya que su acumulación a lo largo de los años aumenta el riesgo de desarrollar problemas del corazón.

¿Por qué son superiores las proteínas vegetales?

Cada vez más estudios sugieren que sustituir las proteínas animales por vegetales aporta múltiples beneficios para la salud. Las carnes rojas y procesadas han sido asociadas con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares y cáncer (4). En cambio, las proteínas vegetales, como las que se encuentran en las legumbres, los frutos secos y los cereales integrales, están llenas de fibra, antioxidantes y otros nutrientes beneficiosos.

Además, consumir más proteínas vegetales y menos animales no solo mejora los niveles de colesterol y reduce la inflamación, sino que también contribuye a una alimentación más sostenible y respetuosa con el medio ambiente. Es una pequeña decisión individual que puede tener un gran impacto, tanto en nuestra salud como en la del planeta.

¿Y los nutrientes esenciales?

Una de las preocupaciones más comunes sobre una dieta vegana es la dificultad para obtener ciertos nutrientes, como la vitamina B12. Sin embargo, en el estudio OMNIVEG, los beneficios observados se lograron simplemente suplementando esta vitamina, sin necesidad de otros suplementos adicionales. La ingesta energética y de macronutrientes se mantuvieron equilibrados entre ambas dietas, lo que demuestra que una dieta mediterránea vegana bien planificada puede ser nutritiva y adecuada para la salud.

Es importante recordar que no nos alimentamos de nutrientes individuales, sino de alimentos que forman patrones dietéticos. Y lo que realmente influye en nuestra salud a largo plazo es el efecto de estos patrones en su conjunto. Los resultados del estudio muestran que seguir una dieta mediterránea vegana puede ser una opción segura y beneficiosa para mejorar la salud cardiovascular.

Conclusiones

Los resultados del estudio OMNIVEG sugieren que una dieta mediterránea vegana no solo conserva los beneficios del patrón tradicional, sino que puede incluso potenciar sus efectos positivos, especialmente en la reducción de colesterol y la inflamación. Aumentar la proporción de alimentos de origen vegetal y reducir o eliminar la proteína animal parece ser una estrategia eficaz para mejorar la salud cardiovascular.

Referencias bibliográficas

  1. López-Moreno M, Fresán U, Del Coso J, Aguilar-Navarro M, Iglesias López MT, Pena-Fernández J, Muñoz A, Gutiérrez-Hellín J. The OMNIVEG STUDY: Health outcomes of shifting from a traditional to a vegan Mediterranean diet in healthy men. A controlled crossover trial. Nutr Metab Cardiovasc Dis. 2024 Aug 23:S0939-4753(24)00305-3. doi: 10.1016/j.numecd.2024.08.008. Epub ahead of print. PMID: 39358106.

  2. Zheng J, Zhu T, Yang G, Zhao L, Li F, Park YM, Tabung FK, Steck SE, Li X, Wang H. The Isocaloric Substitution of Plant-Based and Animal-Based Protein in Relation to Aging-Related Health Outcomes: A Systematic Review. Nutrients. 2022 Jan 9;14(2):272. doi: 10.3390/nu14020272. PMID: 35057453; PMCID: PMC8781188.

  3. Margier M, Georgé S, Hafnaoui N, Remond D, Nowicki M, Du Chaffaut L, Amiot MJ, Reboul E. Nutritional Composition and Bioactive Content of Legumes: Characterization of Pulses Frequently Consumed in France and Effect of the Cooking Method. Nutrients. 2018 Nov 4;10(11):1668. doi: 10.3390/nu10111668. PMID: 30400385; PMCID: PMC6266829.

  4. Zheng J, Zhu T, Yang G, Zhao L, Li F, Park YM, Tabung FK, Steck SE, Li X, Wang H. The Isocaloric Substitution of Plant-Based and Animal-Based Protein in Relation to Aging-Related Health Outcomes: A Systematic Review. Nutrients. 2022 Jan 9;14(2):272. doi: 10.3390/nu14020272. PMID: 35057453; PMCID: PMC8781188.